La adolescencia
suele comenzar con un rito de paso en la pubertad
(la circuncisión para ellos, ablación de clítoris para ellas), y consiste en una asimilación por parte de los jóvenes de las
tradiciones y normas de sus padres, aprendiendo los comportamientos adultos,
hasta realizarlos con independencia.
El aprendizaje de la sexualidad
tiene lugar por medios indirectos, tradicionales, aprendiendo sobre los roles
sociales y la higiene. Hay una gran variabilidad en
el comportamiento sexual de unos países a otros, y de unos adolescentes a
otros. Pero la sexualidad se suele prescribir como parte del matrimonio y no
antes, relacionada con ser padres. El amor romántico no forma parte de sus
tradiciones. Pero de hecho hay un aumento de la incidencia de la sexualidad
adolescente en África, en
respuesta a la maduración sexual y los valores y prácticas globales, tal como
se retratan para los adolescentes. La sexualidad adolescente es un tema de
preocupación, con la salud reproductiva, porque los mensajes que reciben los
adolescentes (la tradición interfiere en la
prevención), la maduración sexual precoz y las experiencias sexuales más
frecuentes, los pocos servicios de planificación familiar, el riesgo de
transmisión de ETS, todo esto está creando un gran problema entre los
adolescentes.
Un
hecho que causa especial preocupación en la comunidad internacional es el
embarazo y maternidad entre las adolescentes, fenómeno en el que el África
Subsahariana va a la cabeza: un 18% de las niñas entre 15 y 19 años son madres,
cifra que excede con mucho a las otras regiones del mundo. Por ej, en América
Latina las madres adolescentes alcanzan un 8% y en América del Norte un 5%,
mientras que en Europa, Asia y Oceanía la proporción es de un 3%
A las ya innumerables formas de mutilación femenina que conocemos, se suma
otra menos difundida: eliminar los pechos de las adolescentes para evitar las
relaciones sexuales y hacerlas menos deseables ante los ojos de los varones. Es
una tradición antigua en algunas zonas de África del Oeste y más conocida en el
caso de Camerún, donde una de cada cuatro niñas sufre el planchado de pechos.
Se colocan piedras calientes sobre el seno incipiente, se aplican palos de
majar u otros objetos planos ardiendo, vendajes con tela caliente… Las madres y
otras mujeres de la familia son las encargadas de realizar esta práctica que
provoca quemaduras, deformidades y problemas psicológicos.
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