4 de mayo de 2012

PSICOLOGÍA DE LA ADOLESCENCIA


El joven ya no es un niño, pero el adolescente no es todavía un adulto. De esta ambigüedad que vive el adolescente y de las transformaciones y cambios físicos que está experimentando resulta un complejo mundo de procesos psicológicos en los que éste se ve inmerso. De estos procesos resumimos los siguientes:
• Manifiesta cada vez una mayor y más fuerte toma de conciencia de sí mismo.
• Se produce un rechazo aparente de los modelos que tenía en la infancia (padres). Aparece un cierto distanciamiento y desapego de los padres que, en algunos casos, puede llegar al enfrentamiento.
• Los modelos parentales son sustituidos por otros modelos (héroes, “ídolos”, e incluso, los padres de sus amigos).
• Se da un fuerte apego, solidaridad y fidelidad a los compañeros (creación del grupo, pandilla, etc.).
• Puede aparecer perturbaciones o conflictos emocionales y afectivos ligados a la rapidez de las transformaciones internas y externas.
• Muestra con vehemencia, y en muchos casos con una lucidez natural y franca, una actitud más crítica hacia el mundo que le rodea.
• Tiende a sentirse solo, único e incomprendido, por lo que puede encerrarse en sí mismo.
• La pulsión sexual se muestra con fuerza. Al tiempo que puede carecer de información suficiente sobre la sexualidad. Los padres deberían hablar abierta y sinceramente con los hijos sobre este tema, evitando que se convierta en tema tabú.

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